Por: D. J. Urosa
La palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Así dice Hebreos 4:12, en una clara ilustración de la profundidad de la eficacia que tiene la Palabra de Dios. La palabra “discernir” en este versículo es la palabra griega kritikos (de donde viene la palabra criticar) que significa juzgar. No hay cosa alguna que no pueda ser juzgada por la Palabra de Dios; ya sean las cosas intencionadas como las no intencionadas. La Palabra de Dios ha sido escrita sólo para los creyentes, ya que a los que no creen en ella les da igual si existe o no. Sin embargo, con un mínimo de sentido común, podemos apreciar los beneficios de sus consejos y declaraciones. Por ejemplo, en nuestra vida diaria sería de gran estima poder “discernir” la forma más apropiada de relacionarnos con otras personas. Este discernimiento es un asunto espiritual, sin embargo, adquirir instrucción mediante la lectura (preferiblemente guiada) de la Palabra de Dios, resulta en una ayuda tan “viva y eficaz” como cualquier cosa que venga por vía de revelación directa del Espíritu Santo de Dios.
La palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Así dice Hebreos 4:12, en una clara ilustración de la profundidad de la eficacia que tiene la Palabra de Dios. La palabra “discernir” en este versículo es la palabra griega kritikos (de donde viene la palabra criticar) que significa juzgar. No hay cosa alguna que no pueda ser juzgada por la Palabra de Dios; ya sean las cosas intencionadas como las no intencionadas. La Palabra de Dios ha sido escrita sólo para los creyentes, ya que a los que no creen en ella les da igual si existe o no. Sin embargo, con un mínimo de sentido común, podemos apreciar los beneficios de sus consejos y declaraciones. Por ejemplo, en nuestra vida diaria sería de gran estima poder “discernir” la forma más apropiada de relacionarnos con otras personas. Este discernimiento es un asunto espiritual, sin embargo, adquirir instrucción mediante la lectura (preferiblemente guiada) de la Palabra de Dios, resulta en una ayuda tan “viva y eficaz” como cualquier cosa que venga por vía de revelación directa del Espíritu Santo de Dios.
En Mateo 18 se encuentra descrito el procedimiento que se debe aplicar en la Iglesia, en los casos donde los creyentes asumen comportamientos incorrectos, no cónsonos con la Palabra de Dios (pecados). Sin embargo, este mismo procedimiento (como cualquier otro en la Palabra) funcionará eficazmente en nuestra vida cotidiana, fuera de la Iglesia, si lo extrapolamos a los casos pertinentes, como por ejemplo en el de las relaciones interpersonales o institucionales, ya que la Iglesia también es una institución y por tanto se producen relaciones interpersonales constantemente. Los hermanos cristianos de la Iglesia son a las instituciones o empresas los compañeros de trabajo, los pecados son las faltas de los trabajadores a los reglamentos internos y la autoridad de la Iglesia bien se representa por el jefe o gerente institucional. Teniendo estas analogías en mente, leamos lo que dice el libro de Mateo.
Mateo 18:15-17 15 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. 16 Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. 17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.
La sola sustitución de las analogías en estos versículos ya deja claro el procedimiento para ser aplicado en el orden laboral, sólo queda saber qué son gentiles y publicanos para armar el contexto completo. Los gentiles y publicanos, en pocas palabras, son los no creyentes, los que desconocen la Palabra y por tanto son personas ajenas a la Iglesia, que no pueden ser juzgados como cristianos.
Si pudiéramos adaptar línea a línea las analogías en estos versículos a los fines de los requerimientos laborales, a modo de reglamento interno, un gerente podría redactarlos así:
Por tanto, si un trabajador viola las reglas, ve y repréndele estando tú (el gerente) y él (el empleado) solos; si te oyere, has ganado a tu empleado. Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. Si no los oyere a ellos (los testigos), dilo a la asamblea directiva; y si no oyere a la asamblea, ponlo a la orden de la autoridad competente.
Estos versículos advierten un cierto carácter de autoridad y efectivamente eso es lo que pretenden, pero no se debe entender la autoridad como una práctica despótica de dominio, sino, como una hábil capacidad de dirección. Aquel que ejerce la dirección de un grupo de trabajo debe hablar claramente y con autoridad, no con un aire de verdugo implacable, pero si cuidando de asegurar el respeto de sus subordinados.
Tito 2:15 Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie.
Todo este procedimiento debe ser aplicado con respeto, más bien procurando corregir y darle oportunidad al empleado de superarse, y siempre buscando el mejoramiento de las relaciones de amistad y amor fraterno entre compañeros de trabajo y entre estos y su jefe. Más grandes cosas se consiguen con amor que con odio. Más gana el que edifica que el que acusa.
Romanos 14:19 Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación.
Regularmente suele ser una tarea laboriosa mantener la paz en un grupo de personas que piensan distinto, que tienen costumbres distintas e intereses distintos, y que sin embargo deben dirigir sus labores a la consecución de objetivos comunes. Todo esto se puede complicar un poco más si además el grupo se compone por personas de diferentes sexos y además considerables diferencias etarias. Será conveniente entonces, autoentrenarse en la humildad y la sencillez a fin de minimizar la típica “arrogancia jefatural” y valerse de una buena estrategia de trato personalizado según cada caso lo amerite.
1 Timoteo 5:1-2 1No reprendas al anciano, sino exhórtale como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos; 2a las ancianas, como a madres; a las jovencitas, como a hermanas, con toda pureza.
Los grandes líderes buscan el conocimiento de “todo bien preciado y agradable” para hacerse de la fuerza que da la sabiduría, por eso comunmente manifiestan el característico vigor del hombre docto en aquello en lo cual se desempeña. Para ello suele ser prudente y atiende a buenos consejos (como la Palabra de Dios), mismos que aplica con ingenio para enfrentar las adversidades y salir victorioso de esas situaciones laborales incómodas.
Proverbios 24:3-6 3Con sabiduría se edificará la casa, Y con prudencia se afirmará; 4Y con ciencia se llenarán las cámaras De todo bien preciado y agradable. 5El hombre sabio es fuerte, Y de pujante vigor el hombre docto. 6Porque con ingenio harás la guerra, Y en la multitud de consejeros está la victoria.
Sin hacer más reflexiones personales, quiero compartirle algunos versículos finales, que por sí solos dirán más de lo que mi limitado entendimiento pudiera expresar. Tenga en consideración que estas son las “Palabras de Dios” y dificulto que alguien, distinto a Dios y a Su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, pueda dar mejores consejos. Ponga su fe (del Gr. Pistis: creencia, confianza) en la Palabra de Dios para que sea de provecho en su vida y en las vidas de quienes le rodean.
Hebreos 4:2 Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe [creencia, confianza] en los que la oyeron.
Filipenses 2:3-5 3Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; 4no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. 5Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús.
2 Corintios 13:11 Por lo demás, hermanos, tened gozo, perfeccionaos, consolaos, sed de un mismo sentir, y vivid en paz; y el Dios de paz y de amor estará con vosotros.
Colosenses 3:16-17 16La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría…17Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
El Dios y Padre Todopoderoso bendiga su vida, en el nombre de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Amén.

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