(Referencias tomadas de la Biblia, versión Reyna-Valera, 1960)
Por: D. J. Urosa
Por: D. J. Urosa
Muchas personas dudan de la autenticidad de la Palabra de Dios. Estas personas piensan que Dios no tuvo nada que ver con las Sagradas Escrituras, de allí que insistan en decir que “la Biblia fue escrita por hombres iguales a nosotros”, con lo cual tratan de quitarle a la Palabra de Dios su carácter de haber sido “inspirada por Dios” y bajarla al nivel de simple razonamiento humano. V. P. Wierwille dijo que este era el mayor problema espiritual del hombre, no creer que “La Palabra de Dios es la voluntad revelada de Dios”. La incredulidad es la razón por la que muchas personas nunca encuentran a Dios, pues lo buscan en muchos sitios, menos donde Él está, o de otra manera, buscan donde “hablan de Dios”, no donde habla Dios.
La Palabra abunda en exhortaciones, testimonios y evidencias (que pueden corroborarse), que se constituyen en fuertes pilares de apoyo para que las personas puedan creer en la procedencia espiritual de las Escrituras. Dios no pretende que usted tenga fe ciega. Dios edifica su creencia con hechos. - La palabra fe es la palabra griega “pistis” que significa creencia, confianza o convicción -
Uno de los casos más dramáticos en la Palabra es el del Apóstol Pablo. Su nombre original era Saulo y este asolaba a la iglesia y perseguía a lo cristianos. Saulo no creía en la predicación del Señor Jesucristo y Sus Apóstoles, por lo que atentaba constantemente contra ellos y contra el cristianismo. Después de haber solicitado y conseguido orden oficial para perseguir a los cristianos en Damasco, partió, “Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues…” (Hechos 9:3-5). En ese momento, Saulo recibió instrucciones precisas del Señor Jesucristo. Se trataba de algunas profecías que se cumplirían en el transcurso de los próximos tres días (lea la historia en Hechos 9: 1-31). Los hechos convencieron a Saulo de tal manera que llegó a ser uno de los más fervorosos apóstoles de Jesucristo, de manera que los cristianos decían, ”Aquel que en otro tiempo nos perseguía, ahora predica la fe que en otro tiempo asolaba” (Gálatas 1.23).
Pablo ha sido el “hombre de Dios” que más revelaciones ha recibido en esta era conocida como “Iglesia de Gracia” o simplemente “Era de Gracia”, de modo que, todas las epístolas eclesiásticas (desde Romanos hasta 2 Tesalonicenses) le fueron reveladas a él. Este hombre totalmente convencido y transformado dijo: “Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo” (Gálatas 1: 11 y 12).
Esta es la esencia de este asunto. Ciertamente, Dios no ESCRIBIÓ, sino, REVELÓ Su voluntad a través de Su Santo Espíritu o a través del Señor Jesucristo a algunos hombres, los cuales, asumieron la tarea de dejar todo por escrito a la posteridad. Es por ello que usted y yo podemos, hoy en día, conocer la Palabra y saber cuál es la voluntad de Dios. Tan sencillo como grandioso. Así es Dios.
Siendo la Palabra de Dios la Voluntad revelada de Dios y no simple razonamiento humano, entonces Esta no admite interpretaciones privadas, es decir la Palabra de Dios no está sujeta a interpretaciones personales o de razonamiento humano. La misma Palabra lo advierte en 2 Pedro 1:20: “Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.”
Podemos tener confianza (pistis) en la Palabra de Dios, porque Dios mismo se ha encargado de demostrarnos con los hechos que Él es digno de la mayor credibilidad y confianza, y que Su Palabra es verdad. ¿Si lo que la Biblia dice ha sido el producto de simple razonamiento humano, cómo podemos explicar el cumplimiento cabal y al pie de la letra de las profecías? Piénselo, es un reto, no se lo atribuya a la casualidad, pues esto sería un hecho aún más impresionante. Reflexione sobre este versículo del libro de Romanos:
“Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.” Romanos 1:20
El Dios fiel bendiga su vida abundantemente, en el poderoso nombre de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Amén.

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